Reloj Salsero

jueves, 25 de octubre de 2012

GUAGUANCÓ

EL GUAGUANCÓ


En Cuba, en el siglo XIX, se produjo una fusión de la música negra con la española. Esto marcó el surgimiento de dos variantes entre la población negra (la blanca también se vió arrastrada a este proceso pero de otra forma que no es el caso explicar ahora): En Oriente (Santiago de Cuba, Bayamo, Guantánamo, etc) se desArrollo el Complejo del Son. En el occidente de Cuba (Matanzas, La Habana), el Complejo de La Rumba. Ambos -Son y Rumba- son muy diferentes.





En muchas oportunidades, he mencionado que no hay nada mas Caribe que aquello que llamamos Salsa!, que si bien es cierto que la percusión, vino de Africa y que su influencia es fuerte, no podemos dejar de desconocer, que es finalmente la mezcla de tres culturas y el desarrollo de la música en las nuevas tierras, lo que obliga a parir, todos los ritmos y géneros que conocemos y disfrutamos.

El Guaguanco, hace parte del complejo de la Rumba, al lado del "Yambú", "La Jiribilla" y "La Columbia", se diferencian especialmente por las diferentes velocidades en que son interpretados.

Se dice, que de este complejo, el único ritmo totalmente africano es el "Yambú", sin embargo me atrevo a expresar públicamente que opino que no es así (no soy investigador, erudito ni nada parecido), la razón que me obliga a pensar así, es que hay que recordar que la parte de África que sufrió el secuestro de sus hijos por parte del Europeo, fue el lado Occidental del continente, en ese momento poblado por mas de 10.000 clanes, todos con diferentes culturas, tradiciones y lenguas, también caigamos en la cuenta, que la mayoría de secuestrados eran personas jóvenes (incluso niños) y mujeres, que tenían que soportar asinamiento, enfermedades y un penoso viaje hasta las Américas, donde muchos no llegaban a terminar esta infame travesia, asi que no imagino a ninguno de estos pobres seres humanos con un tambor debajo del brazo, felices y contentos, enseñando sus tradiciones a todos los pobladores de las nuevas indias.

Existen ademas otras razones no expuestas por lo largo que se convertiría este articulo y no quedaría espacio para hablar del glorioso "Guaguanco".

Conocimos el Guaguanco, ya entrado pleno siglo XX, pues a finales del XIX, fue que finalmente se termino la esclavitud en Cuba, pero es en el primer decenio del nuevo siglo que las comunidades negras, empezaron a sonar sus tambores en publico, hasta que en 1938 oficialmente se integran a las comparsas de las festividades de la Isla.

También tenemos que hacer claridad que el Guaguanco es originario de la parte Occidental de Cuba, mas concretamente de La Habana y Matanzas ya que en la parte Oriental, tomaba forma El Complejo del Son con el ya legendario punto Cubano entre otras variantes, he aquí la diferencia mas significativa entre el Guaguanco que conocemos dentro del Boom de la Salsa y el de antaño y es que no hay nada mas dispar que "La Rumba" y "El Son", tal vez la similitud mas cercana sea la referente a los textos o cantos que introduce la voz principal en ambos ritmos, pues estos pueden ser décimas o incluso en Prosa, se diferencian, por que la primera hace referencia de acontecimientos o situaciones melancolicas generalmente luctuosas, mientras la segunda habla de las vivencias del "Guajiro" en la zafra, la plantación y su entorno, situación que se expresa generalmente en un "Guateque (reunión, festividad) campesino.


Las caracteristicas principales del Guaguanco estan en la instrumentacion, que se compone principalmente de elelmentos percutivos, destacandoce, las Tumbadoras (generalmente son tres), dos que llevan el ritmo basico y una tercera, que marca los golpes improvisados (en su orden estas serian Tumbadora Prima, Segundo o tres y el Quinto), estas se complementan con "La Caja", tocada con dos palillos.

Otra característica prima es la forma de interpretación, dividida en tres partes, "Diana", "Introducción" y desenlace acompañado del formato "Coro pregón", donde se repite un estribillo acompañado por la improvisación de la voz principal, algarabia que contrasta con la temática melancólica del tema.

En la Diana, el cantante hace una introducción melódica, generalmente sin ningún significado, mas allá de llevar la melodía del tema (recordemos que el guaguanco basa su composición en el ritmo, dejando a un lado la melodía o sección melódica), mientras que en la parte introductoria, la voz principal propone el tema o texto (que generalmente hace referencias a personas o cosas, de forma especifica), finalmente, todo desencadena en una especie de frenesí, donde existe un estribillo a modo de coro y una respuesta por el cantante a modo de pregón, sección ademas ideal para la danza aunque esta ultima siempre esta presente por el compás del quinto.


Este es el verdadero guaguanco, que en nuestro entorno, aparece desdibujado por la salsa, donde ya no se reconoce la parte bailable, pues ha tomado mas inferencia el cantante que el bailador, que ya se mueve mas por la melodía o al son del ritmo, generalmente en parejas, que salen a bailar una fusión de guarachas con guaguanco y otros ritmos retorciendo el propósito inicial de una buena rumba, acaso por que no aprovechemos esta encrucijada y ponemos de moda entonces la "Jiribilla", "La Columbia" o un "Yambú" poderoso como el que nos regalaron Eddie Palmieri y Tito Puente en "Masterpiece" y que hoy conocemos como "Yambú pa' Inglaterra"


miércoles, 17 de octubre de 2012

SALSABOR CUBANO



El estilo cubano de baile para la salsa, también llamado estilo «Casino» o «De la calle». Tiene diferentes denominaciones que aluden a la procedencia del baile del son montunoguaracha o la palabra comercial salsa. El baile casino fue tanto de los elegantes casinos y cabarets de la Habana como de los barrios y de los campos rurales de la isla.
El baile casino estuvo en un aprieto, cuando cerraron los casinos y cabarets en Cuba en los años 60. Estos eran visitados mayoritariamente por la alta sociedad y los turistas norteamericanos y fueron prohibidos después de la revolución cubana de 1959. Como consecuencia, no se distinguió más entre los estilos “Casino” y “De la Calle”.
El baile casino parece más bien juguetón, rítmico y animado y no tiene ninguna orientación clara. Ella es en cierto modo ‘con las mangas de la camisa arremangadas’ y poco reglamentada. Sin embargo, para las distintas figuras -algunas son muy complicadas y confusas-, hay varias combinaciones de pasos básicos que deben ser dominadas para poder ejecutarlas correctamente.
Al contrario de los estilos norteamericanos Nueva York y Los Ángeles, el hombre comienza con su pie derecho.
La característica principal del estilo cubano son los giros de las parejas de baile alrededor de un foco (punto central) común. Aparte de eso, la mujer casi nunca se suelta del compañero, lo que les deja relativamente poco espacio libre para interpretaciones propias en el baile.
Los pasos de baile normales comienzan con el primer tiempo de la frase, que tiene dos compases de cuatro tiempos cada uno. Cuando se baila se cuentan así los tiempos: 1, 2, 3, -, 5, 6, 7, -. El cuarto y el octavo tiempo consisten en pausas, en las cuales, a veces, se hace un tap o zapateo; pero, frecuentemente, para el espectador, especialmente con piezas musicales muy rápidas, es apenas visible y sirve para la acentuación del ritmo del baile. Los pasos pueden comenzar, sin embargo, también en el segundo o el tercer tiempo del compás (ver abajo).
Se bailan los pasos o bien adelante y atrás, especialmente con los europeos y norteamericanos; o bien hacia el lado, especialmente con los latinoamericanos. En este último caso, los pasos son bailados también, adicional mente  hacia atrás.
El estilo cubano y el estilo Nueva York, y/o el estilo Puerto Rico son sentidos frecuentemente en la escena salsa norteamericana y europea como competencia. La consecuencia puede ser que sus respectivos representantes bailando conjuntamente se las arreglan difícilmente.

martes, 16 de octubre de 2012

la Guaracha


La Guaracha, crítica política y social llevada a la música



Los orígenes de la guaracha se remontan a España, donde era un baile zapateado que se bailaba por una sola persona en el Teatro Bufo durante el siglo XIX. A Puerto Rico llegaban muchas compañías andaluzas de bufones que venían de Cuba; estas trajeron consigo la guaracha, canciones picarescas que se cantaban entre actos teatrales para entretener al público. Posteriormente, la guaracha en Puerto Rico adquirió su propio estilo, y llegó a formar parte de otras costumbres puertorriqueñas, tales como los rosarios cantaos, el Baquiné (música navideña) y los cantos infantiles.
Según Rine Leal: “Las compañías españolas de bufos provenientes de Cuba, contaban con un muy variado y extenso repertorio de guarachas… Además el autor de esas guarachas forma parte de la compañía, y claro es que con un poco de ingenio podía improvisar situaciones de cada país visitado, tomando las situaciones politicas o sociales como referencias, era un periódico cantado.
No se trata, —dice Rine Leal— de música importada en la obra debido a su gracejo popular, sino compuesta especialmente y creada por el autor de la pieza o por miembros de la compañía que trabajaban en un verdadero equipo” Desde luego, el autor vertía sus criterios, su mundo subjetivo, decía las cosas “como él pensaba que pensaba el negro”, sin importarle a veces la realidad pensante, los sentimientos ni la vida real de aquel personaje que él caricaturizaba. En Puerto Rico, la agrupación ‘Los Rayos Gamma’ son un ejemplo de la picaresca sátira estilo teatro Bufo y llevan su mensaje de crítica político-social cantado en guarachas.
La melodía de la guaracha sigue las características de la música popular. Sus frases son cortas y las notas, breves. Las unidades musicales son de cuatro u ocho compases y su armonía se limita principalmente a acordes fundamentales, es decir, tónica, dominante y subdominante, pero no como en el Seis, el cual repite un mismo patrón constantemente.
La letra de la guaracha no se ciñe a una sola forma poética, es decir, hay diversidad en la métrica. Por lo general, se canta con un solista o dúo acompañado de un coro con el cual dialoga. En cuanto a la instrumentación, el güiro lleva el ritmo y la guitarra y el cuatro son el acompañamiento. En la actualidad, también se utilizan otros instrumentos como los palitos, las maracas, el cencerro y la trompeta.
La guaracha es un ritmo esencialmente bailable, pero también se considera música de parranda navideña, así como música popular de conciertos. Varios de los ritmos populares de la actualidad heredan características de la guaracha, como, por ejemplo, la salsa y la rumba.
En el siglo XIX, tanto Juan Ríos Ovalle como Juan Morel Campos incorporaron la guaracha en sus danzas, danzones y zarzuelas. Durante el siglo XX, el ritmo fue cultivado entre otros, por Rafael Hernández, Bobby Capó y Pedro Flores, Tite Curet Alonso, Rafael Cortijo, Ismael Rivera, El Gran Combo, así como la gran mayoría de nuestras orquestas de Salsa.

Sobre la Guaracha en Cuba

Las compañías españolas del teatro Bufo llegaban primero a Cuba, y antes de regresar a España, pasaban por Puerto Rico, trayendo consigo una serie de experiencias que habian vivido y recogido de su paso por las Antillas y pueblos españoles en el Mar Caribe.
Quizás nos ayude técnicamente la afirmación que hizo Eduardo ‘Tiburón’ Morales, vocalista y fundador de la famosa orquesta cubana ‘Son 14′, al periodista venezolano Jesús M. Corral, en una entrevista efectuada en mayo del 2000 y titulada “Son 14: Cuba no tiene como pagarle a Puerto Rico“, de que la guaracha “casi siempre es un coro que llena el compás, sin síncopa pensante como el son.
Al convertirse en Son, la guaracha dejó para muy pocos conjuntos su uso como canción. Hubo autores que componían casi exclusivamente este género, como Ñico Saquito (Antonio Fernández, Santiago de Cuba, l902-8l), siendo su obra más famosa “Cuidadito Compay Gallo” (l930), que popularizó el Trío Matamoros. Otros fueron Bienvenido Julián Gutiérrez (1900-66) (Azúcar pa un amargao, Sensemayá, El diablo tun tun); Sergio Siaba (El cuarto de Tula), Marcelino Guerra (Pare cochero).
La guaracha se diluyó en muchos géneros actuales. El son, el chachachá y toda una serie de variantes siguen haciendo uso del humor criollo cubano después de doscientos años. Se ejecuta por orquestas charangas en forma de chachachá: la Orquesta Aragón con “Pare cochero”; la orquesta de Neno González, con “El diablo tun tun”; y por último una de las más significativas, ejecutada por un conjunto con elementos sonoros electroacústicos, y de la mayor actualidad, la orquesta de Juan Formell, interpreta una titulada “Por encima del nivel”, que utiliza el calificativo más usado en el siglo XIX y que aún conserva vigencia para aquel sentido de gracia criolla que se le atribuyó a la mulata:sandunguera.